PREVENCIÓN DE LAS DISLALIAS

     Gracias al lenguaje, los seres humanos somos capaces de estructurar el pensamiento, regular la conducta y comprender la realidad e influir en ella.
     En este sentido, la estimulación del lenguaje oral es fundamental para los niños/as en sus primeros años de vida, coincidiendo éstos con los del inicio de su etapa escolar en Educación Infantil.
Entre los 2 y los 4 años, los niños/as van adquiriendo el sistema fonológico y, aunque podemos señalar una serie de pautas generales de aparición de los fonemas, no debemos olvidar que el ritmo de aprendizaje y maduración es variable de unos a otros. No es difícil encontrarnos en estas edades a niños/as con dificultades articulatorias, que provocan en algunos casos, un lenguaje difícilmente inteligible. Estas dificultades suelen ser pasajeras, que es lo que se conoce como dislalias evolutivas. Sólo si persisten más allá de los cinco años, se pueden considerar como patología.

Actividades  que  podemos

 hacer  en  casa

RECOMENDACIONES  PARA  LA  ESTIMULACIÓN  FONOLÓGICA

• Hacerle imitar muecas delante de un espejo. Poner cara de mono, de conejo...
• Poner cara de contentos y enfadados
• Aprender a sonarse bien la nariz 
• Empañar los espejos con aliento y luego hacer dibujos en ellos
• Oler distintos olores, aprovechando situaciones cotidianas. Ej. El suavizante de la lavadora, el vinagre... Aprovechando para hacer gestos de agrado o desagrado
• Soplar sobre su mano, su flequillo o utilizando cualquier cosa que pueda rodar o moverse: canicas, carretes de hilo vacíos, globos inflados, pequeñas bolitas de papel
• Soplar con juguetes que se muevan o que suenen; como molinillos, matasuegras, trompetas, flautas, armónicas, silbatos
• Beber con pajitas
• Hacer pompas de jabón Probar todo tipo de sabores. Comer de todo masticando muy bien
• Aprender a limpiarse los dientes
•  Hacer gárgaras con agua
• Jugar a mover la lengua, subiéndola, bajándola, doblándola
• Imitar sonidos de animales (repetitivos)
• Acostumbrarle a escuchar y a reconocer sonidos habituales
• Imitar sonidos habituales: silbatos, llamar a la puerta, aplaudir, la cafetera, el secador, la sierra, los vehículos, un portazo, etc.
• Atrapar objetos con los labios